EL CUERPO HUMANO NO TIENE LÍMITES

EL CUERPO HUMANO NO TIENE LÍMITES

El inicio

A una señora de 40 años sedentaria que nunca había hecho ejercicio, se le diagnosticó hipertensión arterial y dislipidemia (grasa alta en la sangre), lo que unido a su obesidad le auguraban graves problemas a corto y mediano plazo.

Motivada por el nacimiento de su primer nieto decidió cambiar su estilo de vida haciendo la dieta recomendada y practicando ejercicio para lo cual empezó caminando y posteriormente trotando, con lo que en tres meses ya había disminuido a niveles normales su presión arterial y colesterol sérico.

El milagro de las endorfinas

Al terminar de hacer ejercicio notaba una euforia y alegría desconocidas por lo que preguntó a su médico,
 quién le contestó que se debía a la producción de “endorfinas”, una sustancia liberada por nuestro cuerpo al hacer ejercicio y que nos hace sentir bien y motivados, hasta el punto de llegar a generar en algunas personas una verdadera adicción.

Ella continuó corriendo e inició el manejo de técnicas de carrera, con lo que logró mejorar y seis meses después lograba buenas participaciones en competiciones de su categoría.

¿Porqué no un triatlón?

Apoyada por su familia que la veía tan motivada siguió el consejo de un entrenador y complementó su ejercicio con sesiones de natación y ciclismo “para no lastimar mucho las rodillas” y  
 nueve meses después participó en su primer triatlón (competencia de natación, ciclismo y carrera), logrando buenos tiempos para su edad y sexo.

¡Triatlón extremo!

La historia es larga pero basta decir que a cuatro años de haber iniciado su cambio de estilo de vida, esta señora logró participar y terminar un triatlón extremo logrando el titulo de triatlonista “medio ironman” por haber logrado terminar la prueba en el tiempo especificado por los organizadores. A esta prueba se le denomina “extrema” por que consiste en nadar 1 900 metros, bicicletear 90 kilómetros, y posteriormente correr 21 kilómetros (medio maratón).

Moraleja

La moraleja es que no hay moraleja, sino un ejemplo de cómo una persona sedentaria de 40 años de edad logró llegar a estos niveles extremos al contar con la motivación y el apoyo suficiente en su vida. 

La vida real

En nuestro caso, no considero necesario llegar a estos niveles máximos, porque es aconsejable hacer ejercicio siempre de acuerdo a nuestra edad y condiciones de salud, pero siempre especificando metas en cuanto a distancia, tiempo, etc. a corto, mediano y largo plazo.

La mejor manera de aburrirse y dejar de hacer ejercicio es precisamente haciendo siempre la misma rutina o minimizando nuestra capacidad por ejemplo solo caminando cuando por nuestra edad y salud podríamos correr, o solo trotando cuando podríamos mejorar tiempos y velocidad utilizando algunas técnicas de entrenamiento.

Conclusión

Recordemos que de acuerdo a esta historia el acondicionamiento del cuerpo humano tiene límites, pero generalmente están muy lejos de los límites que nosotros nos auto imponemos. Así que la próxima vez que hagas un ejercicio establécete metas a superar, exígete un poco más y verás como mejoras poco a poco tus capacidades y tu salud.