UN INICIO DE AÑO

¡ INICIANDO UN NUEVO AÑO !

EL MOMENTO IDEAL

Creo que el inicio de un año es el momento ideal para fijarnos nuevas actitudes, nuevas metas, que nos lleven a ser mejores en todos los aspectos de nuestra vida. 

EN EL DEPORTE

Iniciar la práctica cotidiana de ejercicio no es fácil, en cualquier deporte debemos tener una secuencia que vaya de menos a más, por ejemplo en la carrera pasaremos poco a poco de caminar a trotar, de trotar a correr, y de correr a competir, pero sin quedarnos estancados e intentando siempre aprender nuevas técnicas. Después la secuencia es iniciar otro deporte para no sobrecargar músculos y articulaciones con solo un tipo de movimientos. Este otro deporte podría ser el ciclismo o la natación que son de menor impacto articular, y algunos hasta lograrán integrar todo en la práctica del triatlón (natación, ciclismo, carrera).

 PODEMOS HACER MÁS

La mejor manera de aburrirse en cualquier actividad es precisamente haciendo siempre la misma rutina o minimizando nuestra capacidad, recordemos que
tanto nuestro cuerpo como nuestra mente tienen límites, pero generalmente están muy lejos de los límites que nosotros nos auto imponemos.

DEJAR LA CREDULIDAD

Dejemos de creer en los productos “milagro” que son aquellos que se presentan con propiedades que no poseen, son un fraude, se ven bonitos en la tele, pero no sirven para nada, ya que están basados en falsas promesas. Tienen éxito en ventas porque a veces queremos cosas fáciles y que sin mucho esfuerzo lleguen, sin recordar que la única manera de avanzar siempre será con esfuerzo, constancia y dedicación. Por ejemplo en el caso del sobrepeso debemos tener constancia en los consejos dietéticos y  en la práctica de ejercicios, para ir conformando un cambio en nuestro estilo de vida.

LAS METAS

¿Cual es la diferencia entre aquel que se levanta y enfrenta la vida y aquel que se acuesta y enfrenta la muerte suicidándose? 

¿O entre aquel que se levanta motivado y el día apenas si le alcanza para terminar su lista de actividades y aquel que ve pasar las largas horas en el aburrimiento y la hueva absoluta?

¿O entre aquel anciano entusiasta y el joven abúlico y deprimido?

La respuesta tiene componentes fisiológicos, psicológicos, sociales, genéticos, vamos ¡hasta políticos!, pero de manera práctica como médico y como deportista puedo sugerir que la diferencia es la presencia o ausencia de metas y la constancia que tengamos para intentar llegar a ellas. Una manera de lograrlo es organizando y priorizando nuestras metas. Deberiamos tener metas a corto plazo, metas a mediano plazo, y metas a largo plazo y echarle ganas con constancia y dedicación para poder cumplirlas.

Valorar lo que somos (no lo que tenemos) y proponernos metas para ser mejores, para dejar de ser invisibles y así incidir en el desarrollo de nuestras circunstancias cualesquiera que estas sean, ya que estoy cierto de que si todos tomáramos una decisión así no existirían las injusticias que todos conocemos y que ocurren a diario en nuestro mundo.

P.D. Si festejan, no tomen mucho, miren como quedó el último anfibio que bebió mas de la cuenta: